viernes, 3 de marzo de 2017

EN VANO.

"No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano." 
Éxodo 20:7



Algunos asociamos inmediatamente este versículo a algo muy sencillo de cumplir: "No usar la palabra Dios en frases o conversaciones sin importancia, chistes, y por supuesto no jurar por Dios." Por lo tanto creemos que este mandamiento es muy "sencillo" de guardar.

Pero como todos los mandamientos de Dios, este mandamiento va mucho más allá, es más profundo de lo que pensamos.
Busqué la definición de la palabra vano: "Vacío o sin contenido, que no contiene semilla, está seco o podrido."

Cuando nos preguntan acerca de nuestra ideología espiritual o religiosa, muchos de nosotros respondemos inmediatamente y algunas veces con alarde de santidad que somos cristianos, ser cristiano es ser seguidor de Jesús, y cuando eres seguidor de alguien te conviertes en un conocedor de esa persona, por lo tanto ser cristiano es ser conocedor de Jesús, y si conocemos a Jesús, entonces, hemos visto a Dios revelado a la humanidad. Nadie puede seguir siendo el mismo después de ver a Dios, y aunque es cierto que el cambio no es de golpe sino gradual, todo lo que somos, debe indicar que Dios está obrando en nosotros, que su palabra en nosotros no ha sido vana, sino que la semilla que el Espíritu Santo ha sembrado, se está desarrollando hasta que lleguemos a ser como Jesús.
Si nosotros decimos ser cristianos pero nuestras obras no acompañan a nuestras palabras de manera contínua, o si nuestras palabras no acompañan a nuestras obras, estamos tomando el nombre de Dios en vano, somos cristianos vanos, sin semilla, secos o podridos.

"No deberíamos aspirar a ser llamados cristianos, si no aspiramos a vivir como Cristo."

Y de pronto, ya no es tan sencillo esto del tercer mandamiento, porque somos imperfectos y cometemos errores a cada rato...

Pero, ¿qué debemos hacer para no tomar el nombre de Dios en vano?
Como todo lo divino, nunca se trata de lo que nosotros podemos hacer, sino de lo que Dios puede hacer por ti, pidamos a Dios que por medio del Espíritu Santo nos transforme de gracia en gracia y de gloria en gloria a la luz admirable que tenemos en Cristo, enmendemos nuestros errores y proclamemos que Cristo vive en nosotros, solo así todo lo que digamos y hagamos tendrá consecuencias eternas para bien, porque ya no soy yo, es Jesús viviendo en nosotros.  Aspiremos día a día a la perfección con la que vivió Jesús en la Tierra, no seamos cristianos vanos.

lunes, 26 de diciembre de 2016

LA LÁMPARA PERDIDA.

¿Acaso se trae una luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? 
Marcos 4:21.

No me había percatado que habían pasado ya casi tres meses sin que hubiéramos puesto alguna reflexión, algún video... ¡algo!
¿No les parece extraordinario que hayan pasado tres meses casi desde el último post? Más cuando #SomosJOAMI y #SomosSuVoz, pues parece que al menos de este lado, la voz ha estado muy callada.

Tengo una lámpara, estoy seguro de que está en algún lado, no sé exactamente su paradero, pero existe, estoy seguro... Me acordé que existe, porque tengo una invitación para acampar, y pues necesito una lámpara (como buen Guía Mayor), pero hace mucho que no la uso, ha sido reemplazada por la luz que proporciona mi celular, que no es para lo que fue hecho, pero de alguna manera cubre las funciones de mi lámpara extraviada.

Tristemente nos pasa muy seguido como cristianos, tenemos una lámpara, estamos seguros que la tenemos, porque la usamos cada sábado cuando vamos a la iglesia, algunos la usamos más, otros menos, y de vez en cuando todos la extraviamos o la reemplazamos por apps, libros, mensajes de voz, y en los peores casos por juegos de video, programas de TV, YouTube, Whatsapp, Facebook, etc.

Hay quienes leemos algunos versículos que nuestros amigos postearon en Facebook o me mandaron en Whatsapp y considero que con esa breve lectura he cumplido con mi cuota de Jesús en el día.

"Lámpara es a mis a pies tu palabra, y lumbrera a mi camino" Salmos 119:105.

Todos necesitamos esa luz que nos guíe en las decisiones de la vida, paso a paso, día a día, la palabra de Dios nos debe guiar, y nos conducirá por lugares seguros... Él nos lo ha prometido, si Jehová es nuestro pastor, nada nos faltará, porque nos hará caminar por delicados pastos y junto a aguas de reposo confortará nuestra alma, ¡qué maravillosa promesa, que luz tan poderosa! Y cuando vengan las tormentas solo debemos recordar que Él cuida de nosotros, y cuando no encontremos respuestas, debemos recordar que Él es la respuesta, y cuando todo esté oscuro y no podamos avanzar, tenemos luz en la Palabra de Dios... nuestro refugio debe ser Dios y su palabra... ¡La Biblia!

Jesús les dijo a sus discípulos: ¿Se compra una vela para ponerla bajo la cama donde no alumbra a nadie? 
Y ahora nos pregunta: ¿Si se encuentran en penumbras, si no saben qué hacer, por qué no usan la lámpara que les di? ¿Por qué la reemplazan? ¿Por qué la prenden tan poco tiempo?

Es tiempo de usar la lámpara que Dios nos ha dado, a todas horas, y en todo lugar...

Porque Dios no nos regaló una lámpara para que la dejemos olvidada por ahí...








miércoles, 28 de septiembre de 2016

¿Cómo es ser cristiano en la BUAP?... Y en otras universidades públicas.

Por Alfonso Olvera
Distrito Puebla Sur

Aunque yo no había sido bautizado cuando estudié en la BUAP, ni creía que alguna asociación religiosa en particular tuviera ventaja sobre el resto, sí estaba convencido de la existencia de Dios, de la salvación por gracia y de la justificación por la fe en Cristo. Como muchos jóvenes de mi edad, trataba de encontrar el sentido de la vida en una mezcla de Cristianismo con filosofías orientales, pero encontraba difícil de conciliar mis ideas con el pensamiento científico moderno. Admito que durante las innumerables discusiones de carácter ético que sostuve con mis amigos, con frecuencia oculté mis creencias. No es que simplemente que no gritara a los cuatro vientos que creía en Dios, quiero decir que en situaciones específicas, en las que una reflexión teológica era perfectamente adecuada, de una u otra manera yo buscaba no tener que confesar mi fe. Temía que al hacerlo fuera personalmente censurado por mis compañeros comunistas, o menospreciado por los profesores a los que admiraba; además, también temía ofender a personas que sentían una atracción poco saludable hacia ciertas sustancias (o hacia otras personas).


Es indudable que las universidades públicas son un campo ideológico en el que la espiritualidad de los jóvenes está en un grave riesgo, y creo que esto se debe a que el pensamiento occidental ha sufrido tres importantes transformaciones en el último siglo: secularización, pluralización y privatización. El resultado de la secularización es que las consideraciones espirituales han perdido su influencia social; el resultado de la pluralización es que todas las visiones del mundo se consideran igualmente válidas; y el resultado de la privatización es que únicamente los argumentos naturalistas son considerados dignos del debate público.

Como consecuencia, el joven universitario se enfrenta a un dilema aparente. La opción racional, de acuerdo con el pensamiento secular, plural y privatizado, consiste en relegar el ejercicio de la espiritualidad al nivel de un gusto personal en el cual no vale la pena invertir demasiado tiempo, en respetar todos los puntos de vista sin importar que estos sean lógicamente incoherentes o éticamente defectuosos, y en desestimar la importancia de todo aquello que no sea verificable por medio de los sentidos. La alternativa es ser señalado como un ignorante de las teorías materialistas que han acabado con la autoridad de la iglesia, intolerante a otros sistemas de creencias, y crédulo de relatos fantásticos y cuentos de hadas.

Por eso quiero hablar de algo que no me dijeron en aquél momento. Cada día la sociedad está más consciente de la importancia de hablar de sexualidad a los jóvenes, pero pocos, si es que alguno, se preocupan por la castidad intelectual. Ésta plática es sobre los tres grandes enemigos modernos del pensamiento que ensucian y abaratan la cultura social.

En primer lugar, la mentalidad secular, que divorcia las creencias supernaturales de las naturales, es una mentalidad que nos libra de la responsabilidad de defender nuestra fe pero también secuestra el valor de nuestra opinión sobre cualquier aspecto significativo de la vida. Es verdad que, en principio, la ciencia (que gobierna nuestras creencias naturales) y la religión (que gobierna nuestras creencias supernaturales) no intentan dar respuesta a las mismas preguntas. Sin embargo, en muchos casos sus respuestas se superponen, y debemos ser conscientes de ello.

Ejemplo 1. La ciencia podría refutar el relato de la creación si prueba que el universo es eterno y nunca comenzó a existir (sin embargo, la ciencia y el Cristianismo concuerdan en que el universo comenzó a existir).

Ejemplo 2. La resurrección física de Jesús podría explicar hechos históricos conocidos, como el nacimiento del Cristianismo precisamente en la ciudad donde su Cristo fue públicamente humillado, ejecutado y sepultado. Esa ejecución debió haber sido una prueba contundente de que Jesús no era Dios, y por eso los discípulos huyeron, temerosos y decepcionados. Pero de pronto los discípulos volvieron y predicaron con más voluntad que antes, y mucha gente se convirtió, incluyendo familiares, amigos, conocidos, enemigos y desconocidos, a pesar de no tener nada que ganar y todo que perder.

Si Dios no existe, si no hay un Dios verdadero, entonces ser cristiano, musulmán, budista o ateo es, a final de cuentas, intrascendente. La elección debe obedecer únicamente al gusto personal de cada quien, lo mismo que ocurre cuando se elige el equipo deportivo al cual apoyar. Nadie se pregunta, por ejemplo, qué equipo de fútbol es el verdadero (todos son igual de malos). Pero si Dios existe, si hay un Dios verdadero, entonces no hay nada más importante que conocerlo y tener una relación personal con él. Toda otra actividad es un aspecto periférico en nuestra vida que no debiera distraernos de ese aspecto central. Pero con la creencia en un verdadero Dios viene otro conjunto de creencias ineludibles, en especial con respecto a nuestras obligaciones morales.

En segundo lugar, el problema con la mentalidad plural (que suena muy bien en principio) radica en su vulgarización. Por supuesto que la tolerancia y el respeto a la pluralidad es una virtud, pero hay que ver qué se tolera y qué se respeta. A Voltaire se le atribuye una frase que él probablemente nunca dijo, pero que resume bien su postura: no comparto tu opinión, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarla. Originalmente, el concepto de tolerancia se refería a respetar a las personas aunque se rechazaran sus opiniones. Hoy en día, la noción de lo “políticamente correcto” nos ha llevado a respetar todas las opiniones y, aún así, rechazar a las personas. Éste es un grave error. No hay ningún motivo, ético o epistemológico, para aceptar y alentar creencias demostrablemente falsas o mutuamente contradictorias.

Ejemplo 3. La sociedad moderna nos ha inculcado que nada es objetivamente bueno o malo. Cada sociedad determina lo que es bueno o malo según sus propios intereses y necesidades. En algunas comunidades uno ama al vecino, y en otras uno come al vecino. ¿Quién tiene autoridad para decidir cómo debe uno vivir, qué debe uno comer, en qué ha de gastar uno su dinero, con quién se ha de casar, cuántos hijos ha de tener? Por otro lado la sociedad moderna nos ha inculcado que la tolerancia es objetivamente buena, y que la discriminación es objetivamente mala. Que es realmente malo que una persona quiera adoctrinar a los demás según su fe personal, o que es realmente malo impedir que las mujeres decidan sobre lo que ocurre en su cuerpo. Hoy en día se impulsan campañas para que las sociedades moralmente atrasadas se deshagan de sus prejuicios (o de lo contrario se impondrá la verdadera moral sobre ellos, aunque sea a la fuerza). Pero estas dos creencias son claramente contradictorias. ¿Existen los valores objetivamente o no? ¿La equidad de género es o no es objetivamente buena? ¿El mundo sería un lugar mejor si todos amáramos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, o esa es sólo una opinión que funciona a veces, para unas personas y en circunstancias específicas?

En tercer lugar, la mentalidad privatizada, según la cual la religión no produce ningún conocimiento, pretende injustificadamente que nunca sean discutidos los conceptos de Dios, alma y salvación en espacios públicos. Entiendo que no se hable de Dios en la clase de aritmética, biología o geografía, pero ¿por qué no ha de hablarse de Dios en las clases de filosofía, historia o artes? ¿Qué sentido tiene mencionar a Parménides, Platón, o incluso Leibniz, si no se reflexiona sobre el fundamento y las consecuencias teológicas de sus obras? Cuando Descartes dijo “Pienso luego existo…”, iniciaba un argumento ontológico que culmina en “…por lo tanto, Dios existe”. ¿Por qué hablar del primer paso pero no del último, que da sentido al primero?

Ejemplo 4. ¿Quién dice que el conocimiento empírico es el único válido? Esta creencia, por cierto, es incoherente. No puede probarse empíricamente que “el conocimiento empírico es el único válido”. Si la creencia fuera verdadera, si el conocimiento empírico fuera el único válido, entonces esa misma creencia sería falsa. Luego la creencia es incoherente y hay que rechazarla.

Ejemplo 5. Además, debemos admitir que la realidad completa incluye objetos inmateriales. Afirmar que “la realidad es sólo lo material” implica negar nuestra conciencia, que es inmaterial, y al negar nuestra conciencia negamos todo lo que ella produce, en particular la creencia de que “la realidad es sólo lo material”. De nuevo, si la creencia fuera verdadera, resultaría que es falsa.
Quizá alguien argumente que la religión no produce conocimiento útil, pero debemos preguntarnos ¿útil para qué? ¿Para construir un televisor? ¡Ciertamente la religión no es útil para eso! ¿Pero útil para conocer a Dios? ¿Es útil conocer al Ser necesariamente existente, inmaterial, atemporal, fuera del espacio y la energía, perfectamente bueno, máximamente poderoso y con voluntad para crear, quien te ha dado la vida, y que además ha dado a su propio Hijo para que tú tengas una oportunidad de disfrutar la eternidad con Él? ¡Si eso es tan siquiera posible, entonces no hay un bien mayor que el que la religión nos puede dar!

Creo que mi consejo, si estás estudiando (o por estudiar) tu carrera en una universidad pública (¡incluso en una privada!), es que no te olvides de tu carrera en la fe. Aprende a articular y defender las doctrinas fundamentales del Cristianismo. Nunca sabes cuándo tendrás una oportunidad de dar razón de la esperanza que hay en ti (1 Pedro 3:15). Si te preocupas por crecer como Jesús, en sabiduría, en estatura y en gracia (Lucas 2:52), te será más fácil cumplir con la gran comisión (Marcos 16:15), usando la razón y la verdad como tu principal arma y escudo (Juan 8:32).

Alfonso es profesor de física, investigador en matemática educativa y administrador de torcacita.com

lunes, 26 de septiembre de 2016

#Pray4...Descanso

El día de hoy ha sido muy cansado...
Es de esos días donde todo el tiempo tienes sueño y ansías terminar tus actividades para irte a dormir tan pronto como se pueda... ¡Pero no! Hoy me toca escribir el blog...

Miré el mensaje que me advertía que debía escribir algo aquí, y dije: ¡Pues ya, a ver qué sale, con tal irme a dormir! Me senté frente a la computadora, puse un poco de música, mi Biblia está siempre al lado de la laptop...incliné el rostro y oré...

Pasaron varios minutos, hubo momentos, sobre todo al inicio donde me costó mucho hablar con Dios, le dije: -¿Sabes? [Obvio sabe, pensé], hoy estoy tan cansado que no tengo ganas de hacer mucho Señor...-
Le conté las cosas del día, lo que traía acumulado, mis preocupaciones del Congreso [por cierto, ¡inscríbanse!], hasta que fue fluyendo nuestra charla, poco a poco el cansancio o las ganas de dormir se fueron, y ahora estoy aquí en frente de esta cosa llamada blog para contarles algo que pueda motivarlos.

Reflexioné sobre todas nuestras tareas, y es que son muchas, entre la escuela, el cargo de la iglesia, los quehaceres de hogar  que nos tocan, que de verdad hay días donde explotamos o sucumbimos ante tal carga... ¿Es válido sentirse cansado? ¡Por supuesto! Tanto que Jesús nos dijo: Para que no se cansen, echen sus cargas sobre mí, porque yo los voy a hacer descansar...

Entonces el cansancio no es una excusa válida para dejar de hacer algo, y menos si es para Jesús... Cuando nos sintamos cansados, recordemos que Jesús nos dice: ¡Hey Memo [o como te llames], pásame tu mochila de actividades, te voy a ayudar! Y justo en ese momento donde le pasas tu mochila a Jesús obtienes nuevas fuerzas y ánimos... 

Cuando nos cansamos, somos peligrosos, y hasta decimos cosas feas, como: ¡Ya que lo hagan ellos, yo hice mucho ya! ¡Pues yo ya cumplí con mi parte [Y como soy un Conquistador fuerte y fiel, pues cumplo con la parte que me toca "nomás"]... 
No permitamos que el cansancio no nos deje ver la mano de Jesús extendida pidiéndonos la mochila... 
Después de darle tu mochila a Jesús, te dará la suya y un abrazo enorme, de esos que te aprietan tanto que te inyectan todo el ánimo posible... 

¡Y ahora! Pues estamos listos para seguir cumpliendo nuestra misión, que es compartir a Jesús a quienes no lo conocen... 

¡Quítate la mochila! Descansa en Jesús...


P.D. No me fui a dormir... :p ¡ya descansé!

Escuchen este canto... espero que los ayude :D

lunes, 19 de septiembre de 2016

Oye Dios, ¿Estás seguro que YO?


La historia de Moisés es sin duda una de esas historias motivantes, desde el comienzo Dios lo utilizó para hacer cosas realmente impresionantes.

Pasaron 40 años desde que Moisés huyó desesperadamente de Egipto. Durante ese tiempo trabajó de pastor y vivió en el desierto, se casó con Séfora y tuvo hijos. Su suegro era Jetro, un sacerdote de Madián. Y ahora, a los 80 años, Dios lo llama porque tenía preparado un plan para él. ¿Extraño, no?
Dios le pide algo importe, que era sacar de Egipto a su pueblo. ¡Pero entonces surge la primera excusa, sin saber de todo lo que iba a poder ser capaz!

<<Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11>>

Creo que las palabras de Moisés eran de inferioridad, ¡PRIMER GRAN ERROR!
Bueno, supongo que te ha de haber pasado a ti, o por lo menos al primo de un amigo y te lo han contado, ¿Ves? Eso de sentirse inferior no te pasa únicamente a ti.Imagínate, 40 años cuidando ovejas, llevando una vida probablemente cómoda o estando acostumbrado en su zona de confort y de repente Dios lo llama a ser el líder de casi 1.000.000 de personas…y aparte de todo.. ¡en esclavitud! ¡Wooow!

Y, ¿Qué responde Dios a todo esto? Éxodo 3:12 nos dice <<Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo….>>

Es un nuevo año eclesiástico en nuestra Misión y no se si este año que comienza tienes algún cargo, tal vez si o tal vez no pero ESO NO ES EXCUSA para no trabajar, desde la cosa más sencilla en la iglesia puedes ser de gran ayuda, además, Dios te llama a dar testimonio delante de tus compañeros, ahí en tu escuela o en tu trabajo. Te llama a desafiar a los tibios y apáticos. A comprometerte con el servicio en la iglesia.
Ahora cuando algún líder o pastor te invite a participar, no tomes tu decisión en función de tus sentimientos (“no voy a poder”, “no me va a salir bien”, “nunca lo hice”, “no estoy súper-híper-ultra bien con el Señor”…).

Mejor piensa en esto, alguien pensó en ti y te invitó a participar porque primero Dios pensó en ti y Él te conoce mejor que nadie, claro, no te voy a negar que es mentira que todo lo nuevo produce miedo e inseguridad, pero puedes ir y decirle al Señor: “Tengo miedo, me siento inseguro, nunca lo hice antes, y vengo a decirte todo esto para que me llenes de tus fuerzas ¡y no me dejes solo! Así como utilizaste a Moisés para hacer cosas grandes también utilízame a mi y como estuviste con él te ruego que también estés conmigo”

¡Piénsalo! Si Dios pensó en ti es porque sabe que puedes hacerlo. ¡Anímate a creerle!